viernes, 23 de mayo de 2008

Mi calle gris




Anónimos agrietados por el tiempo.
Triste desarraigo final,
para una contribución vital,
necesaria para el mundo.

¿Sabían los pájaros algo de todo esto?
¿Alguien les informó?
¿Por qué se les robó?
¿Qué rama acogerá ahora su cesto?

La primavera traía malas noticias,
el cemento gris venció
a la naturaleza sin excusas.

He aquí las mías propias sin miramientos,
mi total reconocimiento
por esos árboles anónimos muertos…

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