viernes, 4 de abril de 2008

Sevilla y olé

Aunque fugaz, la visita fue intensa. Maestranza, Torre del Oro, Guadalquivir,… todo ello impregnado por olor a azahar y condensado son algunos de los recuerdos que me he traído. Volveré, prometido.

He dejado pendiente una tortilla de camarones de esas que tanto les gustaba degustar a Juan Antonio Cebrián y a Silvia Casasola cada vez que visitaban la capital andaluza con motivo, por ejemplo, de su participación en la Feria del Libro a la que tantos sevillanos se sumaban cada año.


Otra ocasión para ver lunares por doquier y disfrutar de la ciudad es la Feria de Abril que comienza el próximo lunes. Si bien, es durante esos días, cuando más complicado se hace encontrar una estancia vacía para dormitar. Menos mal que siempre hay amig@s que te pueden invitar.

Mis compis de ONO Juan Luis y Elena Antona

A un lado dejaremos las corridas de toro, tan populares entre aquellos que visitan nuestro país y tan tristes que no entiendo que haya quien pueda tildar de fiesta tal ensalzamiento del dolor…

Mis compis de ONO Juan Luis, Aurora, Elena y un servidor

Pero no acabemos la crónica en negativo, que Sevilla tiene un color especial y con él se vuelve uno después de estar un ratito expuesto al sol…

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